La gorda de repente entró un día, de la manera menos esperada. Se coló en la relación vía facebook y comenzó a tejer silenciosamente su telaraña. La gorda (como toda gorda) comenzó a comerse lo que encontrara a su paso. Se comió a un chabón. A EL chabón. ¿Cómo vas a hacer eso, gorda lechona? ¿Con qué cara, te venís a robar a la persona que estaba con mi amiga? Que gorda sorete, con esa cara de gaviota. El chabón es un ciego, no sabe lo que se pierde. El chabón se empalagó con la gorda, sin darse cuenta que está dejando al corazón mas alucinante, todo achicharrado. Que asco me das, gorda. Que asco me das vos, flaco. ¡Que impotencia que me da todo esto! Porque entre mi amiga y yo no hacemos una, pero bueno, acá voy a estar yo, apuntalando a esta pendeja, con corazón de niña, que no hace mas que estremecerse, convulsionar y caer. Porque ella no se lo merece. No se merecía ninguna gorda en su vida. Ojalá que la gorda lo termine aplastando. Porque ninguno de los dos se merece nada.
[Basta Fresa, basta.]
Te amo